Rosario de la Frontera se queda sin transporte urbano por falta de subsidios y caída de pasajeros
Desde este sábado, Rosario de la Frontera se quedará sin transporte urbano. La única empresa que prestaba el servicio, Transporte Aponte SRL, anunció que suspende su actividad por falta de rentabilidad. “No sacamos ni para el gasoil”, expresó su dueño, Cacho Aponte, al explicar que los costos operativos, el precio del combustible y la caída en la cantidad de pasajeros volvieron inviable la continuidad del servicio.
Actualmente, la firma operaba con dos colectivos y recaudaba entre $45.000 y $60.000 diarios, suma insuficiente para cubrir gastos básicos como sueldos, seguros, mantenimiento y combustible. A esto se suman retrasos de hasta dos meses en los pagos de subsidios provinciales para boletos sociales, que representan el 80% de los viajes. “Con todo el dolor del alma, esto no da para más”, lamentó Aponte.
La empresa también denunció que debe hacerse cargo del mantenimiento de las máquinas lectoras de tarjetas y que se redujeron los viajes gratuitos, lo que agravó aún más la situación. Por el cierre, 19 familias se quedarán sin trabajo, y el servicio se mantendrá hasta el sábado solo para permitir a los usuarios usar el saldo de sus tarjetas.
Consultado sobre un posible reemplazo del servicio, Aponte descartó la llegada de SAETA, el sistema de transporte que funciona en Salta capital. “Con el flujo de pasajeros que hay acá, no le dan los números a nadie”, dijo, y reclamó mayor apoyo estatal: “Si me subsidian el 60 o 70% del combustible, podemos seguir”.
